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jueves, 20 de julio de 2017

Annick








No para de sangrar la nariz. Ella brilla como una bola , esa que gira en las discos. Ella es de buen mirar y ver. Trasero contundente, rabia en los puños.


Nacida en San Petesburgo, ella es como una gitana. Nunca se puede confiar en esa gente diría su abuela. Te venden por nada.La sonrisa le estalló cuando se acordó que ella y Ludmila se disputaban el cuerpo de Ryan.


Transpira demasiado, adentro de la disco todo es fumata y tragos. Está ciega de tomarse vodkas.Y vodkas. Deberías dar el ejemplo a tus hermanos le dice su madre. ¿ Cuáles ?. Tiene tantos y de diferentes padres.

Ryan el negrero, el traficante de cuerpos.El tipo más vil que conoció. El regenteador de mujeres, vendedor de deseo. Nunca pudo con ella por eso la odiaba. Y le juraba que la iba a "limpiar" cuando se descuidara.


Afuera hace frío, nieva. La nevada es feroz como un puñetazo en pleno rostro se dice...No sabe que hora es ni quien es.

En la remera hay manchones grasientos de sexo sucio y barato, y gotas de sangre...


¿ Porqué la vida huele a alcohol de décima ?. Ludmila la llamó , la cara toda hinchada de golpes y ella que estaba dada vuelta. Y Ryan que no paraba de gritarle "putas rameras son todas", "putas ..." Y sacó su navaja y no lo escuchó más. Hacía una década que lo oía refunfuñar, insultar...


Y salió a la nieve y se bañó con ella. Y se limpió. La luz descendía de alguna parte y todo sonaba como un concierto de Radiohead, ohhh tan maravilloso.



Mónica Pedraza

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