Causas y consecuencias. Reflejos de un ayer que es hoy y será mañana. La dimensión del Tiempo no está fijado por fuera sino por dentro. Volver a un centro del cual nos vamos sólo para decepcionarnos. La luz es un reflejo que se aproxima más al centro cuando dejas miedos, traumas, obsesiones, odios, lastres...
Generamos consecuencias todo el tiempo que pueden ser malas o buenas. No le temo a mis consecuencias lucho ferozmente para ser mejor. Me hago cargo de lo que hago mal. Vivimos en un mundo ordinario que volvemos extraordinario si le ponemos ganas, si aportamos, si establecemos lazos sanos con los demás.
No soy perfecta, me falta tanto tanto pero tratar de volverse menos común, menos banal más consistente es ya un logro sublime. Defenderse de las liviandades no digo no ver un programa de chismes para estar al tanto de lo cotidiano de vez en cuando pero que eso se vuelva un programa habitual ese es el error, mirar el alma oscura de los demás tan oscura a veces y tratar de no opinar, tratar de no querer cambiar a los demás, hacer silencio. Sólo se puede dialogar con quien quiere dialogar hay quien hace del monólogo su estilo, no le puedes imponer un diálogo, yo sugiero pero que cada uno elija que quiere ganar y que quiere perder y sobre todo que se atenga a las consecuencias de ese tener, conservar o perder. Nada es gratuito ni sin porqué, ni aleatorio...
No soy víctima pero de ninguna manera soy actor de mi propio sufrimiento, no lo busco, no elijo sufrir. Pero como elijo vivir sufro. Por lo que no entiendo, no puedo aceptar, no puedo cambiar, yo cambio, yo elijo transformarme, ser mejor para mí y para otros. Dejo en las manos de cada uno su propio despertar, su cosecha de odios y amores.
Yo amo. Es es mi elección en todos los terrenos. Despertar, estar presente en cuerpo y alma, creer aunque cueste, respetar, ser digna de los padres que tuve, del amor que me dieron.
