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miércoles, 5 de abril de 2017

Reverberaciones








Reverberaciones


Vuelve el deseo,
no se cansa, no descansa...
Como ondas infinitas
como ecos de una poesía intensa,
en tus palpitaciones apresuradas.


Y ni el Tiempo,
ni tus salvajadas,
ni mis dilaciones eternas.


Le escribo a la Verdad
que está en todas las cosas,
y a la necedad
que me obliga a perdonar,
a aterrizar con flores
en el palacio del espanto.

Vuelve en taquicardia
un mundo perfecto
que apenas puedo dibujar
en milímetros de memoria.

Como reverberaciones,
murmullos que aturden,
El Deseo, ese cuchillo bastardo
asquerosamente sanguinario.

La ola primitiva de todos los océanos
que nos estalló en la piel.


Mónica Pedraza

lunes, 3 de abril de 2017

SPINETTA - TU NOMBRE SOBRE MI NOMBRE

Cuarto poema, Arseny Tarkovsky









Cuarto Poema


El hombre tiene un solo cuerpo,
como una celda incomunicada,
el alma ya está harta
de esa envoltura apretada,
con los ojos y los oídos
de tamaño tan escueto,
con la piel -pura cicatriz-
que viste el esqueleto.
A través de la retina vuela
hacia el manantial del cielo,
hacia el eje helado,
hacia la carroza de pájaro,
y oye desde las rejas
de su prisión viviente,
el parloteo de bosques y prados,
la trompeta de los siete mares.
Es un pecado tener el alma sin cuerpo,
es lo mismo que un cuerpo sin camisa,
como si no tuviera ni obra, ni proyecto,
ningún designio, ni una sola línea.
Puros enigmas sin ninguna clave.
Pues, quién volvería hacia atrás
después de haber bailado
donde nadie bailaría jamás.
Y sueño con un alma diferente,
vestida de otra manera,
que arde, recorriendo siempre
el camino entre la timidez y la espera,
como una llamada seca, sin reflejo,
que corre al ras del suelo
y como un recuerdo, nos deja
el ramo de lilas en la mesa.
Corre, niño; no te apiades
de Eurídice desdichada,
echa rodar por el mundo
tu aro de cobre con una vara,
mientras, apenas audible
pero respondiendo a cada paso,
la tierra suena en los oídos
tan alegre y austera.

Arseny Tarkovsky

La música es un orden...Luis Alberto Spinetta








"La música es un orden que de por sí tiende a curarte las penas. Lo que pasa es que también te podés enfermar de música por la pasión que ponés en ello. Hay que entender que para trans­mitir los sentimientos es necesario un procedi­miento que exige demasiado de uno. A veces, cuando descubro una nueva tonada y esa tonada contiene esa emoción, ese fuego que yo quiero en mi música, generalmente me rompe el alma. No sé si me enferma o me cura, pero de por sí me como una angustia y un momento… Es como una cosa que me ahoga y, bueno, ¡tanto lío por este tiraratarirara\ Listo, te jodés y punto..."

Luis Alberto Spinetta

domingo, 2 de abril de 2017

I Am Not Your Negro - Official Trailer

Apocalypse - Cigarettes After Sex

Cada cual resuelve el dolor como le viene








Mi post de hoy habla del dolor y de cómo cada uno lo resuelve a su manera , a su modo. Cómo cada cual se deja llevar o no, es decir se contiene, se traga el dolor, lo evapora. Alguno de mis amigos han tenido pérdidas familiares recientes, y uno de ellos pone posts de comidas en el fb, yo me horrorizo, porque recuerdo cuando murió mi padre y yo no podía probar bocado, sólo dejarme inundar de dolor y sentirlo hasta exprimirlo y todavía cuando lo recuerdo ( lo tengo presente todo el tiempo) o escribo sobre él se me llenan los ojos de lágrimas. Se me hace difícil digerir que alguien perdiendo a un ser tan querido pueda poner posts de lo que come hoy pero pienso que no todos resolvemos el tema del duelo de igual manera, el dolor camina dentro de cada uno en forma diferente. Otros se atiborran de cosas para hacer y gente que ver para aturdirse porque no soportan el peso de la soledad o de la ausencia del otro. Otros lo hacen con rabia , ira, conocí gente que expulsaba demonios contra mí porque no aceptaba mis tiempos, ni me quería creer, no aceptaba que yo le dijera la verdad entonces me mandaba maldiciones, estallaba, me echaba toda la culpa, etc, etc, etc. Al dolor que sentía lo transformaba en ira, en odio, en desprecio...Yo podía/puedo entenderlo, comprenderlo, perdonarlo, nunca excusarlo, nunca decir que eso que hacía estaba bien.Me hería de mil modos porque no podía manejar el dolor, mi ausencia...Y le resultaba más fácil lastimarme verbalmente que aceptar que él también era parte del problema.


Hay gente que grita, que le quema el dolor, la pena, que rompe todo porque no hay algo que devore más nuestro ser que la ausencia de los que amamos.


Y están los que a veces nos congelamos, es tan fuerte el dolor a veces que no tenemos respuestas ante eso inconmensurable, siempre digo que a la muerte de mi Abuela no pude elaborarla, no pude sacar afuera la pena que me dejó su partida, no pude, aún no puedo. Tengo una explicación coherente: venía de muchas pérdidas de todo tipo y se me juntó todo y no pude resolver el duelo como hubiera querido.

Negamos la tristeza, la escondemos, nos carcome, eludimos enfrentarnos a la pena, la esquivamos, le echamos culpas a los otros, nos alejamos, nos escapamos, como si la pena se quedara allí y nosotros estando lejos pudiéramos olvidar, no. El dolor siempre está , en nuestros pasos, en nuestro desayuno, en nuestra espalda, en nuestra sonrisa a medias...

Cada cual resuelve el dolor como le viene, como le conviene...A su modo, cómo le sale, como puede.