lunes, 9 de marzo de 2009
Sans pitié
Vivimos en un mundo sin piedad. Cada vez hay menos de ella en este mundo. Menos memoria de la humanidad menos contacto real eso sí tenemos a raudales el contacto virtual. Pero eso no sirve para calentar nuestro frío interior. Sin piedad para los débiles y para los hambrientos. Sin piedad para los ancianos como si jamás fuéramos a volvernos viejos. Sin piedad para los menos agraciados físicos como si fuéramos modelos de perfección. Todo es mirarnos el ombligo y creernos el centro del mundo. Atropellar al otro porque sí porque somos jóvenes fuertes y bellos . Eso sí no nos hablen de piedad eso sí no nos pidan educación. Ostentamos títulos de esto y aquello pero no sabemos pedir por favor. Nos perdemos el mundo al hombre con toda su belleza por nuestro egoísmo.
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