Película casi autobiográfica del director Francois Truffaut, " Los 400 golpes" es de una belleza pocas veces lograda en un film que era para el director, el primero. Maravilloso inicio que le hace conseguir a Truffaut su Premio al Mejor Director en el Festival de Cannes , en 1959.
El desamparo, tema central del film, es como una pequeña aguja que se va metiendo en el alma de Antoine Doinel, el protagonista de la película. Esa aguja es al principio un mínimo dolor y va in crescendo a medida que la película transcurre. El desarraigo del nido familiar, la indiferencia que ambos progenitores establecen en su relación con el niño es una de las causas y no la menor por cierto, en el colegio tampoco la pasa mejor Antoine, tiene un profesor que lo detesta. Sus otras experiencias con los mayores tampoco son mejores, burócratas, funcionarios que hacen su trabajo pero que no entienden nada de infancias heridas o solitarias, gente de paso, números en su vida. El poco afecto que llegan conocer se lo dan entre sí estos pequeños inquietos, ansiosos, asociales. Se sienten a gusto entre ellos, se acompañan como pueden, se divierten a veces.
Doinel que es una corteza amarga pero que no deja de tener esperanzas en un horizonte sino de amor al menos de libertad, poder respirar, poder ser fuera de esos ámbitos cerrados y malsanos, elige irse al mar, el mar como horizonte de una nueva vida, que es incierta pero al menos hay voluntad y fe para trasponer esa frontera en la que no conoció más que decepciones y malos tratos. Todo rebelde sabe que le viene el cachetazo, el coscorrón, el reto habría que decir que no por eso es necesario o justo ese trato especialmente si se es niño. Y que uno querría, debería exigirles a sus mayores una mirada más piadosa hacia los errores porque en la Vida se va tanteando, probando hasta encontrar las respuestas a los primeros interrogantes. Y que si uno es un progenitor que no es de los mejores guías con sus hijos al menos se les podría pedir que intentaran ponerse en los zapatos de un pequeño para poder entender ese mundo fantástico y de gran belleza que todo ser humano tiene en sus primeros años de vida. Que la Infancia/Pubertad es el espacio de descubrimiento, de profunda inspiración, ingenuidad e inocencia que configura todos nuestros pasos posteriores y es a este mundo peculiar que Truffaut le rinde un homenaje único, perfecto para mi entender.
Temas: Aparte del desamparo, el desarraigo, la rebeldía, las mentiras, la culpa, el conflicto con la autoridad, la injusticia.
El film es el comienzo de lo que se conoce como " Nouvelle Vague" (de la cual hablaremos en otros posts) a grandes rasgos es un nuevo estilo de filmar, jóvenes realizadores que venían de estar (algunos como críticos incluso)en el Cahiers du Cinéma (con la dirección de André Bazin)intelectuales que buscaban otra manera de expresarse a través de cámaras portátiles, por un cine menos formal, más fresco, más natural, más espontáneo.
Escenarios:La ciudad de Paris y sus símbolos más conocidos como la Tour Eiffel. Los techos de la ciudad tan representativos de esta urbe. Hay que decir que los escenarios en calle simbolizan la alegría, la libertad mientras que los lugares cerrados ( la casa, el colegio, el reformatorio)
hablan todo el tiempo de autoritarismo, opresión, silencio, o aturdimiento, tristeza, soledad.
Tiempo: Finaliza la década de los 50',
La dedicatoria: Para André Bazin el jefe de Cahiers du Cinema, el amigo ,el hombre al que Truffaut le reconoce casi una paternidad que no es poco viniendo de un chico rebelde, casi un delincuente. Lo mismo que un día le reconocerá Jean Pierre Léaud (otro niño con problemas)su actor fetiche, a Truffaut, que fue casi un padre para él.
Música necesaria de Jean Constantin.
La frase: "Mi madre murió ayer" frase definitiva de un niño que al que no le llega el amor materno y que " ayer" descubre que su madre engaña a su padre, la empieza a odiar entonces y le miente al maestro, no, su madre no murió físicamente pero sí en su interior.
Premios : Además del mencionado, la película ganó en 1959,como Mejor Película extranjera, en el New York Film Festival también un premio del Círculo de Críticos de New York como Mejor Película Extranjera.
El protagonista: Jean Pierre Léaud, inmenso como actor en su fragilidad, en su encono contra su vida tan injusta, un niño perfecto, sensible, flexible para hacer de este rol, uno de los mejores del cine,la elección justa para hacer de este film algo casi insuperable.
Seguimos la vida de Antoine Doinel en otros films de Truffaut: "Besos robados","", El amor a los veinte años "Antoine y Colette", "Domicilio conyugal", "El amor en fuga".
Inolvidable sin lugar a dudas, película esencial en la Historia del Cine y en el corazón de todo cinéfilo.
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