"Hay que amar la tecnología y saber controlarla..." dice Marc Augé en una entrevista de 2005, del diario La Nación. Esto me sirve de pie para reflexionar sobre el uso indiscriminado de la tecnología, nuestro Dios no es Dios, es la Tecnología.
Craso error si creemos que los mensajitos de texto, los emoticones, las apps, nos van a salvar de la soledad, de la monotonía y de un mundo cada vez más violento y frío.
No por 50.000 seguidores,soy más bella, no por 1500 amigos soy más amable, hemos perdido las sensaciones para adquirir adicciones. Adictos al whatsapp, adictos a twitter, a mirar y corroborar que nos leyeron, que nos tildaron, que nos pusieron like como si en eso se fuera la vida.
El orgasmo es telefónico no real, nunca real. El amor es online , se acabaron los abrazos, el piel a piel, pensemos en el film "Her" ( que ya postearé) y digamónos fuertes, que peleles que somos, cómo nos llevan de las narices y qué obedientes que somos.
Es sano, huir de las masas, es sano acomodarse en el sillón a escuchar música, a leer un buen libro, con un cafecito...Dejarse llevar por la Vida real, ¿ Y el teléfono ?. Bueno puedes botarlo, apagarlo por unas horas, estar off, fuera de línea, volver a ser humano y tangible.
Augé que se define como un antropólogo , dice " El nuevo humanismo es eso: formar a la gente para que controle los instrumentos. Formarlos para crear. ".
Que no nos controle nada , somos libres , esto debería ser esencial, seres pensantes no nos dejemos dominar, manipular por maquinarias, instrumentos. Podemos elegir aún.
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