lunes, 29 de enero de 2018

Volver a conectarse con la Madre Naturaleza








Volver a tener contacto con la Naturaleza es como volver al útero de nuestra madre, sentirse en casa, contenido, abrigado, alimentado, feliz...


Supongo que desde que salimos de ese ámbito conocido, querido y placentero es que añoramos el retorno urgente y es en ese despegar cuando empiezan nuestros verdaderos problemas, nuestros verdaderos problemas comienzan cuando salimos al exterior. Lo interior es el útero materno y la Naturaleza.


Por eso el retorno a la Naturaleza es la vuelta al terruño, al espacio de alegría y de autoconocimiento.

Quien puede estar sólido, firme y contento estando solitario en un bosque , montaña o en un remoto paraje puede volverse muy fuerte, muy seguro y menos agresivo cuando vive de nuevo inmerso en la sociedad.

La Naturaleza SANA nuestras heridas, nos alimenta, nos embellece, nos serena, calma.

No sólo es un avivar los sentidos sino recuperar aquellas habilidades, capacidades, que tenemos adormecidas, congeladas, estáticas mientras vivimos en el caos de la gran urbe.

Aprender a convivir diariamente con los pájaros, los insectos, los árboles, todo tipo de plantas, flores...

Tu cuerpo se vuelve otro elemento más de la Naturaleza , te volvés uno con el Universo, estás desarmado por eso todo te llega, te conmueve, te fascina...

Estás en perfecta sintonía con los dias y las noches, se duerme extensamente sin ninguna preocupación, se despierta feliz, se camina mucho, se disfruta...

Nos hemos vuelto adictos a las cosas, pagamos fortuna por tener nada. Toda la Belleza del mundo es gratuita y como bien dice uno de mis queridos escritores, alguien sumamente inspirador para estas reflexiones , Henri David Thoreau " Sólo puede alborear el día para el que estamos despiertos ".






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