lunes, 5 de marzo de 2018

Pero casi









Es la noche que no termina o somos la noche
es la fragilidad asiéndose de la trenza sagrada
de los dioses
para devorarnos amablemente
y sin prisa.


O es una brisa que nos acaricia
desde el Infierno del buen comportamiento,
y nos susurra que todo es vano,
hasta la cifra total del nombre,
la hojarasca oscura de una vida
simple.


Echa raíces un árbol antiguo
en nosotros,

No somos más que algunas fechas,
esos poemas,
los labios azules
de los naúfragos que nunca llegan a tierra.

A veces silbo
para espantar al demonio perturbador
de la melancolía,

No perdí la fe
pero casi.


Mónica Pedraza

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