sábado, 26 de septiembre de 2020

El Colorado




El oxígeno llegaba de a ratos

a través del hueco del techo,  

se incorporó  a medias en la luz del mediodía,

como un cowboy salió a la calle,

todo ardía.


En su pecho relucía

una herida profunda,

una grieta tipo catarata

le atravesaba la camisa 

nadie sabe porqué ni cómo 

cayó El Colorado 

cuando harta leyenda como varón valiente 

lo acompañaba 


Desde su Sur natal

esas lejanías esteparias

agrestes

heladas.


¿ Lo habría exterminado la certeza

de sus propios pasos errantes y alcohólicos ?

¿El misterio de las noches solitarias 

fatales como cien aceros de cuchillas ?

que había perdido las ganas,

el deseo alto 

y ya besaba el suelo 

de las despedidas con fervor.   


Mónica Pedraza

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