jueves, 18 de marzo de 2021

Fragilidad es el nombre de Maia



 Una niña es sólo una pequeña. Debe jugar, debe conocer lo mejor de la vida, debe reir. No ser "secuestrada ".Pero Maia era una pequeña en manos de una madre inconsciente. La mujer admitió que se drogaba. Paquera ella. Por eso no debe haber registrado que se la "concedió" a un cartonero medio crazy. Él las frecuentaba hace unas semanas. Se había ganado a la niña a fuerza de comprarle dulces y  juguetes. Se los ve en la cámara, en la compra , en un kiosco. 

Él se la llevó con permiso de la madre. El pretexto de él era buscarle  a la niña, una bici en mejor estado. Y no , no fue así, la trasladó por toda la la Capital y luego pasó a zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires. Volaba con su bici, la nena aparentemente contenta, siguiéndolo. 

Los encontraron cerca de Luján. Ella famélica. Él con su mirada perdida y su dislocación de la realidad.  

Él, no sé si droga sé que está perdido. Su mirada lo dice. Tiene antecedentes de abuso de otras niñas. 

La fragilidad es la de Maia y las otras niñas. Otras pequeñas que no tuvieron la suerte de que le pongan todas las cámaras encima y que toda toda la policía las busque. Víctimas de su familia, de su madre, de su padre, tíos, etc. Víctimas del sistema que tiene miles de secretarías de minoridad y labor social y nunca pero nunca se enteran de lo que les pasa a las Maia en peligro.

Siete años tiene la nena. Ni documentos tenía, ni educación sistemática. Y así muchísima infancia en peligro y a la intemperie. Bajo las estrellas con un nylon mediante, un par de  cartones. Esa es toda la casa, el hogar es un hielo o un fuego depende la estación del año.

Cuántas vidas de pequeños en peligro. Cuántas vidas de los "bajitos"  en riesgo. Maia tal vez se pudo salvar del horror pero eso no ocurre siempre. Y muchas veces estos casos terminan mal. 

  

     

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