No busqué en la orilla de mi ser
nada
es decir nada que pudiera salvar,
y escaparme de la luz
porque inquieta
porque ilumina
el camino oscuro
donde hemos ido a beber
y donde vinimos vacíos
Sumergirse sólo en el sol
no lo resistiríamos,
quedan las camisas y las botas
en el cuarto,
el desorden
y el silencio hiperbólico.
Hay que llevar sombrero
por las dudas,
a lo James Dean
y pavonearse
en el pueblo...
Y dejar
esas luciérnagas
que hablen
que digan
que emitan señales
porque nosotros ya no.
Mónica Pedraza