Las palabras nos abandonan
quedamos mudos
las buscamos en los libros,
temblamos en ellas.
Los libros se salvan de la quema
la Historia afirma que todo pensamiento
es suicida,
En zigzag evitamos la Vida
eludimos la muerte
y las dos están a un paso,
La madrugada que vuelve
nos alivia
de la densidad de una noche asfixiante...
Hay una cierta imposibilidad de llegar
a algo, a alguien
Quizás un latido más,
la Diosa Fortuna,
la terquedad de querer
que sea
algo que siempre se esfuma.
Permanecer es acaso
la única llave
que abrirá la puerta,
Como forma de resistencia
última,
atarse a los pies de la cama
(con el corazón en la mano)
Este zigzag
ha abierto demasiadas heridas,
voy a regresar en carne viva.
Mónica Pedraza
