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domingo, 11 de diciembre de 2011
Arrepentirse según Ananda Coomaraswamy
"El hombre que se ha "convertido" realmente, es decir, que se ha dado la vuelta , no tendrá tiempo para darse al castigo de sí mismo, y si se impone penalidades no será a modo de penitencia, sino (1º) como una disciplina semejante a la de un atleta que se entrena, y (2º) en imitación de la pobreza divina. Sobre este nivel de referencia, no puede haber ningún lugar para el recuerdo o el pesar por los errores pasados, errores a los que son propiamente aplicables las palabras, "Dejad que los muertos entierren a sus muertos", donde los "muertos" son el "hombre viejo", que ahora ya no existe para aquellos que pueden decir con San Pablo, vivo autem, jam non ego. "A un tal, ciertamente, ya no le atormenta el pensamiento, ¿por qué no he hecho yo lo correcto? ¿por qué he hecho yo lo equivocado?" (Taittir´ya Upani·ad II.9)...
Así pues (metanoia) es la transformación de la totalidad del ser de uno; desde el pensamiento humano a la comprensión divina. Una transformación de nuestro ser, pues como dijo Parménides, "Ser y conocer son uno y lo mismo" (Diels, Fr. 18.5), y "Nosotros venimos a ser de tal material como eso sobre lo que la mente está establecida" (Maitri Upani·ad VI.34.3). Arrepentirse es devenir otro hombre, un hombre nuevo. Que esto era la comprensión de San Pablo, está claro en Efesios 4:23"Sed renovados en el espíritu de vuestra mente" según el sabio hindú Ananda Coomaraswamy de "Sobre ser en la recta mente de uno".
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