El hombre del rictus cruel, turbador, revulsivo Antonin Artaud construye una literatura que se caracteriza por la rebeldía, la transgresión, la soledad y la desolación. Un paraíso helado llamado enfermedad mental empezará a hacer estragos en él de temprano. Y lo convertirá en un loco y en escritor maldito. Creador del teatro del absurdo precisamente del llamado Teatro de la crueldad. Teatro en el que le da preponderancia a la puesta en escena y menos a la palabra. Teatro metafísico que se inspira en el teatro oriental. La expresividad la agresividad y la violencia inundan el teatro.
Artaud fue mucho más que eso. El payaso de la sociedad es aquel que demuele los argumentos en que se asienta nuestra pretenciosa y burguesa lógica. El profeta solitario grita sus verdades en medio de la burla, de la chanza de los supuestos cuerdos.Nos hemos enfermado de soberbia, de autismo que no detectamos el saber, el pensamiento diferente y si lo registramos lo escondemos bajo tierra o en un loquero por las dudas.
No es posible
No es posible que al fin el milagro
He sido demasiado castigado
Me he atormentado demasiado en el mundo
He trabajado demasiado para ser puro y fuerte
He perseguido demasiado el mal
He buscado demasiado tener un cuerpo limpio.
Obra literaria:" El teatro y su doble", "Van Gogh o el suicidado de la sociedad "," El ombligo de los limbos", "El pesa nervios", "Viaje al país de los Tarahumara","Cartas de Rodez",etc.
Artaud fue un hombre de una inteligencia superior, un navegante de experiencias recordar sino su viaje a México donde conoce el peyote. Un revolucionario si lo que se entiende por revolución es empezar de cero algo o convulsionar las bases del sistema: la comodidad queda ahogada por la desazón y el cuestionamiento perpetuo. Un hombre que elige las sombras, el dolor para hacer temblar la cultura, el pensamiento, la vida misma.
(en otros posts profundizaré más sobre Artaud, es un escritor tan rico que es imposible abarcarlo con un solo post).
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