Quizás este film se convierta en la " Mejor película en lengua extranjera " , en la entrega de los próximos Premios Oscar.Es una producción de Estonia y de Georgia del año 2013.Me arriesgo y creo firmemente que va a ser así.
La guerra siempre ha sido uno de los temas más filmados en la Historia del cine y sin embargo siempre hay maneras y perspectivas que hacen que uno vea cada conflicto de un nuevo modo. Y si es de un conflicto lejano muy lejano a nuestro país resulta altamente gratificante ver de qué modo se las ingenian estas cinematografías (Estonia-Georgia)para poner en el tapete sus graves problemas.
En Abkhazia o Abjazia ha habido tierras en litigio entre los chechenos y los habitantes de Georgia des de épocas inmemoriales.Eso es lo que el director Zaza Urushadze trata de plasmar en el film situando ese conflicto mucho más cerca de estos años.
Ivo (Lembit Ulfsak) y Margus (Elmo Nüganen) son dos habitantes estonios que quedan al margen de la guerra de chechenos y georgianos, en territorio abjazo. Son dos enamorados de los viejos tiempos, tiempos de hospitalidad, fraternidad, la asistencia entre vecinos y de pacífica convivencia entre todos. Pero la guerra al fin los rondará, se " hará " con sus vidas cuando lleguen un par de soldados de ambos bandos a los que tendrán que asistir, convivir y enseñarles el valor de la paz. Ahmed(Giorgi Nakasidze), el checheno, hosco sumamente arisco y violento deberá convivir por razones de salud con Mika( Mikhail Meskhi), el de Georgia, ex actor, sereno más reflexivo menos temperamental. Todo esto teniendo como escenario un paisaje soñado, dos humildes casas, un taller donde Ivo hace cajones para las mandarinas.
Película modesta,poética cuya sensibilidad es un canto a la humanidad entre los hombres.
Mi aporte es: La cercanía entre los hombres derriba conflictos, si yo desconozco a mi enemigo solo tengo prejuicios con él, lo subestimo o lo pongo por encima de mi persona. Cuando se convive con alguien se aprende a escuchar lo que el otro siente, piensa, tiene para decir, gustos y disgustos. Ahmed y Mika dejan de ser enemigos desde el momento que se empiezan a conocer y valoran y piden perdón por las venganzas y más aún cuando la vida de cada uno está en peligro y cada uno está dispuesto a sacrificarse para salvar la vida del otrora enemigo.
Impresionante trabajo de Lembit Ulfsak como Ivo, el anciano honorable, compasivo pero firme, fuerte, respetable. Una especie de patriarca sanador entre estos hombres en conflicto.
Me gustó la música de Niaz Diazamidze. Relevante al final, un final muy movilizador.
Multipremiada y lo vale. Mejor película Festival de Mannheim-Heidelberg 2013,Premio del Público y Mejor Película año 2013 en Festival de Varsovia, Premio del Público y del Jurado en Festival de Berlín año 2013, etc.
10 puntos es poco.
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