(Dedicado a mi tía abuela Clara Pedraza)
Un cielo casi negro
el viento batiendo
sus alas de murciélago
hacia el sur,
viento helado
autosficiente
y
me he escuchado
como si cantara de lejos.
Como si una voz
conocida, musical
me acercara a lo que fui
Quise saber
ver
las postales de un mundo antigüo
los pasos amigos
la luminosidad
que anticipa la belleza.
Me ví
de frente,
todo el pasado me delató
como una espía que va a traicionarse
Y quise ser amable
pese a todo
Recordé los buenos momentos
Y me divertí.
Mónica Pedraza
ph: Antonio Palmerini