Mientras tanto
Ahora un milagro empuja un sueño
una fosforescencia
una luminosidad agraciada.
Desde acá todo parece bueno o malo
según el alma,
pero
lo que es
es
La llave del conocimiento
se les concede a los locos
a los despiertos,
a los que hacen música
a los amantes encendidos.
El peso exacto de un corazón
hay que tenerlo en la mano
y pesarlo
Nada sabemos hasta entonces.
Mónica Pedraza
ph:Anita Pelayo Rivera