La libertad es el ámbito natural de los gitanos. El nomadismo es la práctica que los distingue. Son una nación, están considerados así hoy en día pero siempre fueron un pueblo errante. El cine reflejó esos viajes, a ese pueblo que nunca se quedó en algún lugar fijo y sus costumbres, su comportamiento con tendencia a lo delincuencial, su ser profundamente libre. Tomamos como ejemplo dos films que encarnan a la perfección ese estado ideal o natural de vida en que vive la comunidad gitana. Una de ellas es la película “ Tiempo de gitanos “ y la otra “El extranjero loco “.
“Tiempo de gitanos” es una película del director serbio Emir Kusturica mientras que “ El extranjero loco “ (Gadjo Dilo) es del realizador de origen gitano y que tiene una extensa filmografía sobre su comunidad, Tony Gatlif. Los dos realizadores utilizan en sus films no a actores profesionales sino a gitanos , eso le da una impronta peculiar a las películas, se convierten en casi un documental , se acercan milimétricamente a la realidad de cualquier población gitana de estos tiempos.
Ambos films muestran comportamientos típicos de los gitanos, maneras de ver la Vida, la alegría, el tomarse la vida con humor y de ahí saltar, bordear el peligro, la tristeza y frecuentar la tragedia a raíz de los delitos y como consecuencia de sus actos : la persecución, la desconfianza de la población ante la llegada o ante la vida de estos “ raros “.
La juerga, como la fiesta da paso al dolor porque la vida es entendida en ese ámbito como pasión nunca es abordada de modo sereno sino a través de duelos con cuchillos, bailes, música, más bailes, casamientos prematuros, finales trágicos.
En las dos películas opera el Destino, la desesperada inclinación por bordear los límites, si la música y la danza son el alma gitana no es lo menos la pobreza y la tendencia a cometer delitos.
Quizás la diferencia entre ambos films resida en que el cine de Tony Gatlif al ser gitano, es un cine más autorreferencial, es una autopresentación de las raíces mientras que el cine de Kusturica se asoma desde la representación de lo que supone es esa alteridad.
Cualquiera de las expresiones culturales actuales sobre el tema de gitanos va en la búsqueda de una visibilidad correcta, apropiada y certera de la comunidad. Que la representación de esta etnia no sea estereotipo sino descripción acabada de lo que es una comunidad antiquísima.
Tanto Tony Gatlif como Emir Kusturica en los films mencionados construyen un himno, loas para este pueblo siempre incomprendido, siempre perseguido, rechazado. Y uno se pregunta como espectador , absolutamente embelesado por esta cercanía perfecta al pueblo gitano que ambos realizadores logran, si acaso este tipo de vida no es quizás la más perfecta, y que la nuestra construida alrededor del dinero, del mercado, no es la más equivocada de las elecciones que el ser humano puede realizar. Y que la tolerancia, la aceptación del otro después de todo no sea una tarea difícil para mentes prejuiciosas sino como dice Tony Gatlif “El mundo se ha gitaneado , por el hecho que se producen grandes desplazamientos y todos estamos en tránsito “.
Mónica Pedraza
La foto del post es de Henri Cartier Bresson " Gitanos en Granada "
