Extraño la época cuando iba al colegio primario. Y leía Billiken y Anteojito. Y los héroes eran héroes y se los respetaba y se les cantaba. San Martín era mi preferido. Sigue siendo mi preferido. Creo que en tiempos de descenso de valores uno se aferra a algo que encare la patria, la tierra de uno, la dignidad.
José de San Martín como nos enseñaron había nacido en Yapeyú, Corrientes. Y fue un ejemplo de persona, de militar desinteresado. Grande inmenso como este país largo demasiado extenso quizás para abarcarlo, para conocerlo de veras. ¿ Cómo se identifica a un héroe ?. A través de las peripecias que esta figura sortea a lo largo de la vida , una especie de mito quizás. O un hombre con una definitiva vocación de servicio por su país y por el bienestar del mismo. Dispuesto a todo lo decente y legal para llevar a cabo su tarea aunque esta tarea sea titánica o demasiado peligrosa. Valiente nadie dice que fuera perfecto. Pero que delicia sería encontrar a alguien político o militar que se le asemejara en estos días. Por ahora no existe. No ha aparecido o se rompió el molde. Capaz de exilios, de olvido por parte de sus conciudadanos, estoico.
Un grande.Sin dudas el Padre de la Patria. Ayer fue otro aniversario de su muerte. Por eso quería decir esto y recordarlo a mi manera. Con afecto y admiración.
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