Un año más. ¿Dónde se notará más en la piel o en el alma?. Seguro nos llega alguna arruguita más. Pero eso no importa ya que vale la pena vivir a pesar de todo. No quedarse con el odio sino con la paz, el amor que mueve todo, los amigos, la familia, el arte, la belleza de los paisajes, la serenidad, etc, etc.
A mis 47 le duelen y es obvio la muerte de seres queridos , de algunos amigos, de la gente que no conozco y que padece hambre, muertes,persecusiones en alguna parte eso sí me duele terriblemente. La pena ajena siempre es mi pena. Por lo demás está mi vida siempre en comienzo así veo que debe ser lo que llamamos vida. Un eterno comienzo. Ese es el encanto. Lo que ya está terminado está muerto. Cuando uno empieza algo tiene ganas. El entusiasmo, la esperanza están siempre en mi vida.Y eso es lo que rescato de mi vida: la capacidad de ser un ave fénix y levantarme de las cenizas. Y en este caso, en este año empecé con trabajo y del mejor, relacionado con la educación.Me interesa ver cuánto puedo hacer por los adolescentes o niños que tengo en clase. Que les puedo brindar más allá de los contenidos, del programa, de la currícula, etc. Intentaré no que aprendan de a la z recursos estilísticos sino a ser mejores personas, mejores ciudadanos, mejores habitantes de este planeta. Jóvenes más sabios e informados pero no robotizados. Jóvenes sensibles.¡Qué pretensión my dear!. Pero no olviden que soy una chica con esperanzas. Eso sí con fe.Y con mucho mucho amor.
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