
Como tengo un servicio de Internet muy malo he aquí que varios días después escribo en este blog. No lo quiero cambiar ya que pienso mudarme pronto y entonces cambiaré este desastre. Voy a cambiar de tema y a hablar mejor de uno de mis temas preferidos, la literatura y de uno de los Premios Nacionales de Cultura de España de este año: Rafael Sánchez Ferlosio.Novelista, autor de "El Jarama" en 1955(premio Nadal y Premio de la Crítica).El autor fue también Premio Cervantes en el año 2004Escribió El Greco en 2005, en 1951 "Industrias y andanzas de Alfanhuí",en 1961 "El corazón caliente",etc.. Ferlosio es además prolífico ensayista y escritor de aforismos.En 1994 su ensayo "Vendrán más años malos y nos harán más ciegos" obtuvo el Premio Nacional de Ensayo.
Su literatura en general es crítica del poder y es un escritor de posguerra.En su libro "Sobre la guerra" (2007) escribe sobre la violencia.
Otras obras suyas:
"El testimonio de Yarfoz", "Mientras no cambien los dioses, nada ha cambiado", "Esas Yndias equivocadas y malditas."
Cuenta que, en materia de literatura, "no ha salido nada bueno después de Kafka, a quien jamás me atrevería yo a imitar". Polémico en sus afirmaciones eso sí.
Su posición filosófica es según Ferlosio la inexistencia de la seguridad, de lo dado, de lo establecido ya que la manía de "dar o hallar un sentido" a todo lo que percibimos -y que percibimos como relato- esconde el miedo a reconocer la última verdad: que tanto el mundo como nuestra existencia carecen de él.
Inclasificable su vasta obra es un tejido de sabiduría, de contradicciones y de un gran manejo de la lengua española.
Bueno, un interesante autor y con el que me siento,en muchos sentidos, bastante identificado con él: por motivos, digamos, existenciales; siendo yo también hijo de un español y de una italiana. Por lo que yo, creo, tal vez mejor le entendí aquello, tan criticado aquí en España, del "Odio a España". Me parece que ello fue más una broma, o ni siquiera eso, que fue una ironía de buena intención, o una ironía amable, antes que, digamos, una proposición de verdad. Actitud típica de muchos italianos, o de gente con ascendencia italiana, como en este caso. Bueno, mis saludos y una nota interesante. Daniel Gomez.
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