Japón y la destrucción. Nuestro mundo tan frágil, nuestros destinos tan inciertos.Tsunamis, volcanes, miedo, tragedia, terremotos, mareas, reactores nucleares. El fin o el comienzo de algo. Las civilizaciones crecen, alcanzan su cenit y luego caen. Soy una enamorada de los viajes. Me hubiera gustado haber conocido ese país tan interesante que es Japón. Ahora no se lo que me perdí. Igual pido a Dios que no permita más dolor en ese país. Hay tantos muertos y desaparecidos. A veces cierro los ojos y desearía estar en otro mundo, en otros mundos. Más serenos, menos turbulentos. Más pacíficos, menos dañinos. Un abrazo infinito para quienes aguardan los próximos minutos en Japón no sabiendo que va a pasar en ellos. Les deseo una pronta reconstrucción, una vida nueva.
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