Abecé de los imposibles
No olvido
no puedo
esa sensación, tu voz
y quiero escapar
como si un preso estuviera a punto de correr
campo traviesa
y las lágrimas de la libertad fueran una lluvia balsámica
Y sin embargo sigo encadenada a un invisible devastador.
Y olvidar el acero de los días
y las noches confusas
la sed de todos los desiertos
que se adentró en mí,
quiero saber cómo volver a empezar
ser corpórea
trino, fuego, carne, metáfora del amor, el amor mismo.
Siento la furia de mundos descompuestos
saciados de dolor y delirios
Yo sé que es niebla
es paredón, es el vuelo de los desposeídos
y miro las venas de nuevo abriéndose bajo un sol demoledor.
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