Rivadavia y Libertad
" Tu lucidez, aquella tarde,
y abrir las puertas
para escapar de la tristeza
y no ser un mendrugo arrojado a los perros viejos.
Trascender como una flor luz
que encandilara a los ciegos,
jugar con el fuego,
dormirse lentamente sobre los papeles
y volver a escribir.
Poner los acentos donde van,
pertenecer a nadie,
al viento, a la placidez
de los lugares
que nos hicieron,
Bajo los párpados,
la abuela, mi hermano,
Que el mundo sea una cocina
con tortas, spaguetti, amor
sobre todo.
Aprender de ella que era la más noble,
la única, mi guerrera y amiga,
y un día desprenderme de todo,
Salir a este puto mundo
donde no existe la inocencia,
el coraje, el cariño, los valores
que en esa casita aprendí.
El precio de crecer, que nunca pude,
no así, no así
con esta monstruosidad
llamada Vida
que nos arranca el alma
y en la cual sólo somos
un número crazy de vaudeville."
Mónica Pedraza
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