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viernes, 2 de febrero de 2018

Análisis del cuento de Juan Rulfo " No oyes ladrar los perros "











"No oyes ladrar los perros " es un cuento breve.Es del escritor mexicano Juan Rulfo cuya lectura de "Pedro Páramo" y de los cuentos que integran "El llano en llamas " recomiendo. El mencionado cuento forma parte de "El llano en llamas".


Cuento que oscila entre el amor paterno y la decepción. El padre está decepcionado de ese hijo no obstante lo lleva cargado sobre sí porque quiere salvarlo, está herido. El hijo es un delincuente y de los peores, un asesino.


Esa carga es real y simbólica, siempre se habla de que los hijos a veces son una carga para sus padres como en la vejez los padres son para los hijos.Pero el amor de un padre o de una madre llega vastamente y alcanza para todo. Porque aunque el padre reniegue de su vástago igual le duele, desea (aunque es malísimo)que se salve.

Juan Rulfo escribe tan lindo, tan bien, tiene esa lírica que hace volar. Por eso alguna vez el escritor Gabriel García Márquez dijo que después de conocer la obra de Rulfo no pudo leer casi por un buen tiempo a ningún otro autor.Tamaño homenaje pero Rulfo se lo merece. Para muestra este pequeño cuento e inmenso a la vez.

"Era una sola sombra tambaleante " esa expresión dice mucho del conjunto padre-hijo: El padre es mayor y como puede carga con ese hijo, el hijo está herido poco puede ayudar en su propio traslado al padre. El hijo es el que mira el camino, el padre aporta la fuerza, el dolor (físico, moral), el cuerpo para llevar a cabo la salvación del hijo. Ambos bien podrían ser la figura del Cristo que transporta la cruz , camino a su muerte. Ignacio ha sido una cruz , una carga siempre para sus padres desde que torció su camino y se convirtió en un malhechor. El padre es Cristo, salvador, el que perdona, el que lleva la carga o sea el pecado.Son una sombra tambaleante a mí entender sno sólo físicamente por lo que cuento sino porque no sabemos si el hijo se va a salvar (sombra) si al padre no le cuesta la vida (sombra ) el transporte del hijo y éste último es una sombra porque ya perdió a su esposa y no sabe si va a perder a su hijo. El hijo tambaleó en la vida, el padre tambalea porque le cuesta mucho llevar al hijo encima.


En el camino que lleva a la salvación del hijo nos vamos enterándonos detalles del hijo de pequeño, como fue con su madre luego de adulto, el padre le reprocha. Hay mucho de ternura a pesar del reto y mucha tristeza en ese padre.El sermón va unido a la verguenza, el dolor y la piedad de todas maneras porque al fin y al cabo es el hijo no es cualquiera...

Lo sombrío aumenta aunque se acerquen al pueblo,se nota la pobreza de estos hombres, no tienen un transporte, un auto, un caballo, van entre piedras a buscar lejísimo un médico que los salve.

El hijo se llama Ignacio.De pequeño fue querido en su familia pero a pesar de haber nacido en un buen hogar se transformó en un bandido.

La luna: Tiene casi un significado lorquiano, la muerte ronda.

Espacio físico: Jalisco, el padre menciona un pueblo de ahí que se llama Tonaya.

Tiempo: una noche.

El título del cuento: Es una pregunta del padre al hijo, se supone que cuando uno llega a un pueblito lo primero que escucha son los ladridos de los perros.


Hay una esperanza, que el hijo se salve, ¿ Se salvará ?...A leer...