Ángeles y demonios
El cuerpo es rey,
espacio infinito del deseo
Hemos atravesado días con pastillas ácidas,
nos hemos regalado paisajes imaginarios.
Nada cierto,
el escupitajo de un Dios sobre su criatura perfecta,
no voltees ,
es más de lo mismo
Más de lo mismo.
Dios nos escribirá en las manos,
y no podremos salir nunca
de este manicomio,
ya lo hemos intentado otras veces
y nos fue tan mal.
Te abres una vena con visiones lisérgicas,
no sirve evadirse
hay que quedarse a recibir la bala en la frente,
hay que sentarse a esperar que la puerta se abra
y nadie nada nunca.
Historias de mundos que no fueron,
de universos que sucumbieron
Pobre de tu corazón
que esquivó los cuchillos de la soledad,
Tremendo: Ángeles y demonios
en el mismo vórtice del dolor.
Creemos que somos inolvidables,
la luz de un fósforo
sería más intensa,
Tenemos la esperanza de un protozoo
y navegamos ciegos
en la matriz del Infierno
como si se tratase de un paseo en yate.
Mónica Pedraza