Qué terrible esta división entre judíos y palestinos. Entre musulmanes y judíos. Entre blancos y más morochos o menos morochos (hay muchos árabes blancos , pelirrojos ,etc). Que la superioridad de éste, que la superioridad de éste otro.
Así va el mundo entre la miseria y pensamientos más miserables aún. Todos quieren ser dueños de la verdad. Cada uno es dueño de pensar lo que quiera lo que no puede es someter al otro a que piense como él. Que los quieras convencer allá tú pero someterlo, dominarlo, torturarlo, asesinarlo en nombre de tus ideas. Vaya estado de odio y de bajeza que hay.
Como aquí he dicho innumerables veces al tener las dos sangres no puedo opinar demasiado. Y quisiera quejarme de uno y otro vecinos de Medio Oriente jugando con misiles como si fueran bombitas de agua utilizadas en carnaval. Lástima que matan poblaciones enteras, familias enteras, niños, muchos niños perecen en estas guerras terribles.
El desconocimiento del Otro hace que lo odie, que sospeche de él, que lo vigile, lo espíe, lo discrimine, lo sojuzgue. El miedo a verlo de cerca y aceptar que es como yo, que sufre, que ríe, que ama, que es capaz de... El miedo paraliza, ajusta mal nuestra percepción al objeto del mismo. Me pierdo un vecino, un amigo, un colega, un amor por miedo y por desconocimiento.
Somos enemigos porque queremos. Porque no somos capaces de ceder ni un ápice en los prejuicios que generamos. No somos compasivos si rotulamos todo el tiempo y etiquetamos mal. Las personas no son mercancía que deba ser rotulada y puesta en valor shekel o dinar. Sólo somos seres humanos puestos en este mundo y ya. Hacerle la vida mejor a cada uno es mejorar nuestro mundo también. El odio no sirve para nada sólo para generarnos más dolor y sufrimiento. Sólo con la comprensión, la madurez, el entendimiento y sobre todo el amor podés crecer y ser feliz.
ph: Foto de destrucción de Gaza , de AFP
