"Aquel ser prodigioso que decía poseer las claves de Nostradamus, era un hombre lúgubre, envuelto en una aura triste, con una mirada asiática que parecía conocer el otro lado de las cosas. […] Pero a pesar de su inmensa sabiduría y de su ámbito misterioso tenía un peso humano, una condición terrestre que lo mantenía enredado en los minúsculos problemas de la vida cotidiana."
Gabriel García Márquez
ph: Saul Steinberg