Aquellos días de otoño
que se deslizaban súbitos y siempre iguales
van quedando lejos,
se va el invierno también...
Hay una estela de vida
con la que encarar las nuevas flores,
nos preparamos para brincar
y para hacer nuestra la alegría.
De alguna manera
hay que ver de que se trata
y acudir
inmensa e íntegra,
No quiero saber quien se sentaba a leer
junto al río
que olía horrible
y en cuyas aguas nos estábamos dejando ir.
Mónica Pedraza
ph: katrinkabelitz