Eva desterrada
Sobre la boca
con el amor de siglos
vierto la manzana dorada
la putrefacción silenciosa del Paraíso.
dice ella.
Eva nunca tentó a Adán
eran amigos con la serpiente
y a Dios no le gustaba.
Como le desagradaba
el ser lascivo de Eva desnuda
ni su altivez,
el día que Eva dijo que nunca lo obedecería,
la desterró.
Y anda por ahí peregrina
famélica loca en desvarío
pero suya.
Sobre el cuerpo de Adán
ve amanecer
el sol furibundo
en los huesos
y
Se erige divina
y tiembla
Porque los verdaderos dioses
han sido siempre humanamente conmovedores.
Mónica Pedraza