Lo suave en Iruya
Ella es suave y tiene una nube que le sonríe por detrás,
y es perdedora,
y ya llega a la vejez,
sus nietos trepan sus piernas
como ayer trepó él,
se deslizó él...
No sabe cómo es que
dice ella,
es que le llega la hora,
dice que no sabe cuando
se acabó el festín
y una horda de fantasmas
la ahorcan ahora mismo
cuando llueven gotas miserables
en Iruya.
Mónica Pedraza