"El gobierno totalitario, como todas las tiranías, ciertamente no podría existir sin destruir el ámbito público de la vida, es decir, sin destruir, mediante el aislamiento a los hombres, sus capacidades políticas. Pero la dominación totalitaria como forma de gobierno es nueva, ya que no se conforma con este aislamiento, y también destruye la vida privada. Se basa en la soledad, en la experiencia de no pertenecer al mundo en lo absoluto, que es una de las experiencias más radicales y desesperadas del hombre".
Hannah Arendt, Los Orígenes del Totalitarismo