Los sitiados
Los que amanecen con la cama deshecha
con la almohada mojada en lágrimas
orinados y seniles.
Los que echaron de casa
y duermen en techo ajeno,
detrás de una tienda
e invadidos de bacterias.
Los que sublevados
merecen más que una condecoración
porque se quedaron con las tripas al aire
sólo por no ser serviles a nadie.
Los que nunca fueron a buscar el premio
ni a sacarse la foto correspondiente
un premio se obtiene y eso ya es suficiente.
Los sitiados
los que no se rinden
y dejan todo
no sólo la piel
sino el alma en sus batallas.
Los que custodian el fuego.
Mónica Pedraza
Ph: Silvia Grav