"Nil desperandum"
Ni que venga la helada afilada punta de hielo
cercando tus costillas/
ni el hambre te vuelva una
clocharde/
si tengo todo el cielo para mí./
Ni que suene triste tu balada
tu sonajero quebrado de cabo a rabo/
aún así es tan bello danzar de madrugada./
Compañero de caídas de resacas varias
turbia agua del cuerpo vencido
escamoso gelatinoso amoroso./
Te hablo a ti pasajero de la infelicidad
de las noches borradas /
a ti que sueles prender tu cigarrillo
con aliento de angustia y albas desenfrenadas./
A ti que no duermes ya/
a ti que has quemado etapas y has volado tu cabeza
con anfetaminas, quimeras
y sólo recuerdas cuando eras un pequeño hablándole
a la Luna./
Aún así hay sublimes atardeceres/
y seres bellos que se acercan dulces
angelicales celestiales
y te dejan temblando el cuerpo de felicidad
de ansias de viajar por las esferas
y regresar a ti mismo./