"(…) Siempre he sido bastante solitario. He acarreado mi soledad por entre la multitud, como el caracol su casa. Para algunos, la soledad no es una circunstancia en que han ido a dar, sino un rasgo del carácter. Y mi soledad me ha enseñado una gran verdad: ocurra lo que ocurra, tanto si las cosas salen bien como si salen mal, mi «castigo» será siempre la prisión perpetua en incomunicación."
Thomas Bernhard