Es un pensamiento
o tal vez son dos
o ninguno...
El reloj devora las horas
y todo es nada
nada es todo
según como se vea.
Cuesta la Vida tratar de entender
lo de afuera,
lo que es vago, difuso,
que parece significar
y vacila...
Nos parece un sueño
que alguien ponga sobre la mesa
sus cartas
y nos quede claro
que será único
trascendente
que esté vivo,
que lo parezca al menos.
Entonces no volveríamos a tomar los trenes
y a dibujar corazones
con lápices de cristal,
Porque nos exiliamos a fuerza
de derrumbes,
ya que nuestro país originario
quedó en un mapa
pasado, ajado, lejano
Y un buen día nos llega la carta
que nos advierte de
su imposible reconstrucción.
Mónica Pedraza