"La escritura, la lectura, la creación de manera general, el caminar, el viaje, la meditación, […] son lugares en los que nadie tiene ninguna cuenta que rendir, en los que se accede a una suspensión feliz y gozosa de sí, desvíos que llevan a uno mismo. Medios deliberados de reencontrar la vitalidad, la interioridad, las ganas de vivir."
David Le Breton,