Muchas veces se tilda a los árabes como tira bombas, extremistas fanáticos y no todos son así, la mayoría es gente hermosa,culta, buenos anfitriones, y al revisar la Historia se olvida que:
"...los musulmanes fueron grandes transmisores de cultura y trasladaron a la península Ibérica, entre otras, las importantísimas tradiciones de Persia y de Grecia"dice Juan Eslava Galán en su libro "Califas, guerreros, esclavas y eunucos".
Sostiene José Martínez Gázquez, Catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona en "Los Árabes y el Paso de la Ciencia
Griega al Occidente Medieval" que
"A lo largo de un extenso proceso los árabes habían ido recibiendo los fundamentos de la cultura, la filosofía y la ciencia griega y los supieron incorporar al legado cultural, filosófico y científico que transmitieron a Occidente. A través del helenismo y posteriormente del cristianismo de habla griega de las iglesias orientales, especialmente nestorianos y monofisitas, quienes realizaron las primeras traducciones siríacas de la filosofía griega, los árabes se inician en la filosofía y la ciencia, que desarrollaron en muchos de sus ámbitos y llevaron consigo a los países conquistados en su rápida expansión hasta la Península Ibérica. En contacto con ellos los cristianos latinos inician el proceso de redescubrimiento y asimilación de los autores griegos con los comentarios de los tratadistas árabes y se ponen las bases de la recuperación cultural y científica del Occidente latino, que llevó hasta el desarrollo científico del Renacimiento y de la Edad Moderna europea".
También difunden la medicina griega antigua, en un momento hay mejores médicos árabes que occidentales.
Para completar este pensamiento sobre la importancia de los árabes en la cultura occidental
"Afortunadamente, en el 642 los musulmanes conquistaron Persia y entraron en contacto con su civilización antigua y refinada. Entre el 750 y el 1258, los califas 'abbâsiees establecieron su capital en Bagdad, que se transformó en un gran centro cultural gracias a una serie de califas que demostraron pasión por el conocimiento, como al-Mansûr, Hârûn y al-Rashîd, y a la influencia de los persas, conocedores de las fuentes del saber en sánscrito y griego. Los árabes aprendieron de los hindúes aritmética, álgebra, trigonometría y alquimia; de los griegos lógica, geometría, astronomía y medicina. Advirtieron la inmensidad del tesoro griego y no descansaron hasta que tradujeron al árabe la parte que les fue accesible. Contaron con la ayuda de sirios y otros súbditos del califato que hablaban griego y árabe.
El vigor de la nueva cultura árabe se aprecia en el triunfo del idioma árabe, enriquecido al verter los tesoros griegos sobre el inicialmente reducido vocabulario árabe. Prueba de ello es que la Guía de los Perplejos, que es el gran tratado judío de la Edad Media, fue escrito por Maimónides en árabe.
Los árabes, además de transmisores, fueron creadores de nuevos conocimientos. Sobre bases greco-hindúes edificaron el álgebra y la trigonometría; el gran astrónomo Ibn Yûnus y el célebre físico Ibn al-Haitham hicieron famosa la escuela matemática del Cairo en la primera mitad del siglo XI; reunieron abundantes observaciones astronómicas y sus críticas al sistema de Ptolomeo prepararon la reforma astronómica del XVI; enriquecieron la medicina y la química y mejoraron la óptica y la meteorología. Al bereber Ibn Khaldûn se le debe la más completa y original historia de la filosofía escrita en la Edad Media.
La supremacía musulmana terminó a finales del siglo XI. Por entonces cristianos y judíos comenzaron a pasar el saber greco-árabe al latín y al hebreo, destacando el traductor Constatino el Africano, que murió en el monasterio de Monte Cassino en 1807. En los siglos XII y XIII encontramos importantes traductores, casi creadores, como Adelardo de Bath, Juan de Sevilla, Domingo Gundisalvo. El más famoso fue Gerardo de Cremona, quien en 1175 tradujo del árabe Almagesto en la Escuela de Traductores de Toledo. Su prestigio oscureció la traducción directa del griego de Almagesto hecha en Sicilia en 1160.
A finales del siglo XIII algunos grandes doctores de la cristiandad, como Alberto Magno, Roger Bacon o Ramón Lull, reconocían la superioridad de la cultura árabe, que ya declinaba, pues el centro de gravedad cultural se desplazaba a Occidente.
A los árabes del siglo XII primero y a la cultura occidental después se debe la hazaña más importante de la Edad Media, que fue la lenta incubación del espíritu experimental de la que nacería la ciencia moderna". expresa Manuel López Pellicer, académico de la Real Academia de Ciencias (Exactas, Físicas y Naturales) en su conferencia " Oriente y Occidente en la formación de la ciencia ".