Hace poco murió Juana Bignozzi, la poeta orgullosa de sus orígenes proletarios. Para recordarla , sus poesías,
Vuelvo a pintar las flores de mi juventud
Vuelvo ver al amanecer
sin temor
ya nunca nadie podrá decirme éstas no son horas
veo amanecer como una mujer no como una joven temerosa
de la ley tu ley
el acero de esta luz para una mujer sola
que no debe temer sino decidir
Le entrego mi nombre a la vida que sube
Detrás de estos juegos de inteligencia
detrás de nosotros, que estamos en los que podemos
que sólo manejamos vasos al borde de la lluvia
vinos amicales,
las fosforecencias del mar tienen su nombre,
que yo solo puedo decir a través de ojos lánguidos,
sonrisas tristes, mi amor devastado.
Tan pobres que éramos,
y ahora los que vienen de Cuba, los que van hacia Cuba,
entran en mi lenta ternura de mujer que vive junto a un río
hacen insoportable nuestra miseria.