Hace frío, hay niebla, dentro de casa está perfecto, escucho a Vlado Perlemuter , la balada en G Menor de Chopin. Bella, bella. Soy tan romántica mi Dios, es mi perdición, no debería sentir nada, ser dura como una piedra. A mí me puede la música, el cine, la literatura, la cabeza llena de pájaros...Como siempre, desde que era niña...y no sirve ser así , en un mundo cada vez más hediondo, más frío, más tecnológico...Ser diferente es la única opción válida entonces.
Hoy entro a una red social y allí se me abrían ventanas del chat , uno pidiéndome teléfonos no doy a nadie teléfonos, nadie entiende que soy una gran solitaria , soy una gran amiga de todos, pero no doy teléfonos a menos que sea alguien muy próximo o por temas laborales, ya veinte veces me han pedido teléfonos, me han pasado teléfonos para que los llame, no llamo por teléfono excepto a familiares, muy amigos o a mi amor.
Uno de ellos había soñado conmigo y no precisamente un sueño casto y puro...Por suerte no me contó qué soñó pero...
Y eso que no subí fotos, apenas había entrado a la red, y se abrían las ventanas como flores aquí y allá, quedé como siempre como amiga , porque siempre resalto eso, no quiero ser ruda soy amable ,son buenas personas pero no quiero historias, no quiero flashes, no quiero enamoramientos, la verdad, sólo la verdad , soy amiga y punto.
Hoy sólo me internaría en un bosque, y caminaría envuelta en noche, en pájaros, en estrellas danzantes. O me iría a una playa lejana sola y me tomaría todo el sol y me dormiría horas y horas.
Me gusta la gente, soy muy sociable, pero no me gusta que me invadan , que me presionen, que me exijan...El respeto es la base de la amistad, de todo, del amor.La nobleza ante todo, las formas, eso que hemos perdido como sociedad elevada.
El romanticismo es un rasgo del espíritu que comulga con tener todo el tiempo el amor en el corazón, ser capaz de grandes amores y de grandes sacrificios,en ser hipersensible, en ser rebelde,heroico, revolucionario, tener un sello personal, a veces ser solitario , y tener un apasionamiento de aquellos. Cuando pienso en romanticismo especialmente pienso en dos músicos: Chopin y Beethoven.
Los románticos nunca aman a medias, nunca toman un tema a medias, no hacen nada a medias, todo los exalta y así quedan extenuados, vampirizados por el claro de luna.