Enciendo luces.En Navidad.Enciendo luces.Hay gente durmiendo en la calle. Niños que venden pequeñas cosas en los trenes. Mi comodidad es tan cierta como sus miserias. Jóvenes consumidos por la droga y el hastío. Será que quieren borrar un mundo que no les agrada. No se.
En las fiestas nos llenamos de comida y de bebida. No creo que eso sea festejar algo. Creo que es llenar un vacío que nos corroe.Nos atiborramos de regalos y de llamados a los amigos.Pensamos que somos felices.Nos contentamos.
Cuando amanece quedan los restos en la mesa familiar.
Enciendo luces. Porque creo en la Natividad. Soy cristiana al fin y al cabo.Tengo esperanzas pese a todo. Prendo luces aquí y allá para que haya menos oscuridad en el mundo.
La foto es de Flickr.Pertenece a Abee02 (Abeer Saeed).
La navidad y todos sus rituales son un cuento, como el de Dickens; bonito, pero no deja de ser un cuento. Los niños que los trenes devoran y los jóvenes que mencionas son poemas, poemas que muerden y lastiman, pero poemas al fin, más reales que cualquier cuento. A mí los cuentos me gustan, pero prefiero siempre la poesía. Y me la pasaría mejor en un tren que con una familia (la mía) que se abraza una vez al año y se intercambia regalos tratando de reparar más de trescientos días de errores y separación. Los trenes son poemas rodantes (:
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