" No digas eso, Arthur. El mundo es el mismo para todos, y el bien y el mal, el pecado y la inocencia, caminan por él de la mano. Cerrar los ojos a esa mitad de la vida, creyendo que uno puede vivir a salvo, es como enceguecerse para andar sintiéndose seguro en una tierra de abismos y precipicios." Extraído de "El abanico de Lady Windermere" cuyo autor es el escritor Oscar Wilde.
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