Recuerdo un cielo sobre mí
Y la luz es un signo perturbador
como el pecado, la noche
o la oscuridad...
Tú decides en qué te quedas
qué eliges
pero ya las horas corren
y aún no lo sabes.
Recuerdo un cielo sobre mí
recuerdo que me hacía girar
Son otras voces cuando desperté
y no era mi lugar
siempre quise quedarme
pero siempre me fui
Y vos me deslizabas por la pendiente
descuidadamente
todos los días todas las noches
estabas tan seguro...
y rodé
por la ladera de una montaña
y aún no sé cuando me detendré...
Ese sudor que podría anudarnos
es una pequeñísima gota
solitaria
perdida entre los pliegues
Llorando quien sabe porqué
Mónica Pedraza
No hay comentarios:
Publicar un comentario