A veces pienso ( y lo sé) que la gente más extraordinaria es la que viene a pagar los platos rotos de toda una Humanidad retorcida y pecadora. Jacques de Molay por ser Templario, el último de los grandes Maestres fue sometido a torturas y cárcel por ser eso , un caballero, un caballero defensor de la fe cristiana y porque por el hecho de ser Templario todos sus miembros debían ser honrados, rectos, devotos, valientes. Lo que era un ejemplo para la Humanidad fue sometido a lo peor por la monarquía francesa (Felipe IV) en connivencia con el Papado de turnos.Ambos querían poder, dinero y todo ésto los Templarios lo tenían. Les sacaron todo, aniquilaron una institución noble en vistas del vil metal y del poder.
Jacques de Molay era miembro de la familia Longwy-Rohan. Familia cuyos orígenes estaban en Franche-Comté, al Este de Francia.Las últimas palabras de Molay maldicen al Rey Felipe IV y al Papa Clemente después de las torturas a las que fue sometido,a las declaraciones hechas a bases de torturas y a la horrible muerte que se le avecinaba en breve...Al término de un año como lo anuncia el último Maestre del Templo ambos fueron alcanzados por la maldición del gran servidor de Dios.
« Pape Clément !… Chevalier Guillaume !… Roi Philippe !… Avant un an, je vous cite à paraître au tribunal de Dieu pour y recevoir votre juste jugement ! Maudits ! Maudits ! Maudits ! Tous maudits jusqu’à la treizième génération de vos races ! »
« Clément ! Juge inique et cruel bourreau ! Je t’ajourne à comparaître dans les quarante jours, devant le tribunal du souverain juge ».
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