La virgen que nos consuela. Madre fundamental. Que nos ampara en la noche eterna de nuestras almas vagabundas nocturnas.
La que resiste al fuego, a la muerte, al ateísmo feroz, a la ingratitud, al paso del tiempo.
María nos espera desde un lugar del no juicio. Puro corazón y vientre multiplural.
La que resiste, la que es consistente y frágil como una flor. Flor hermosa del desierto. Te quiero en todos los idiomas.
Madre, vientre siempre a punto de parir. Abrigo de nuestros extravíos. Ternura de tus manos
Agua en el medio del desierto
Reina del mundo. A vuestros pies siempre.
Mil gracias amadísima madre. Por tu bondad infinita.




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