Construimos. Un destino. Una vida. Hay un gran Constructor: Dios. Y nosotros apenas pequeñitos nuestras vidas. Deconstruimos. Abrazamos una causa con desesperación y luego la dejamos caer. Caminamos sobre precipicios y nos sentamos a observar como sería si...Y nos salva un viento que viene del Norte gélido. Y volvemos amar esta existencia con fuerzas. Como si nunca nos hubiéramos dado por vencidos.
Construimos tejados y caminos donde esperamos el amor o una mano amiga. Una voz cálida que venga de la infancia o de la adolescencia y nos abrace con su lealtad sin par. Fuí soy afortunada construí avenidas para recibir con honores mis amistades mis hermanos de la vida, seres nobles a quienes amo entrañablemente. Construyo puentes para encontrar mi amor, ese ser que me protege y me ama pese a todo.
Construimos nos dedicamos a los andamios y a edificar porque a eso hemos venido no a destruir sino a beneficiar a cada ser viviente con nuestro amor, nuestra presencia y trabajo.
