Herman Hesse escribe Demian (1919) de este maravilloso libro es este extracto.
" Dos mundos se confundían allí: de dos polos opuestos surgían el día y la noche. Un mundo lo constituía la casa paterna ; más estrictamente, se reducía a mis padres. Este mundo me resultaba muy familiar: se llamaba padre y madre, amor y severidad, ejemplo y colegio.(...)En este mundo existían las líneas rectas y los caminos que conducen al futuro, el deber y la culpa, los remordimientos y la confesión, el perdón y los buenos propósitos , el amor y el respeto, la Biblia y la sabiduría (...)".