"Una persona que acaba de recibir un diagnóstico y tiene acceso a internet es un incubante de información. Los datos te visitan como un dios menor. Despiertos, nos pasamos el día con la mirada perdida en el abismo de la pantalla, sintiéndonos constreñidos por lo cuantitativo, intentando aprender a respirar a través de los gráficos de barras, con la cabeza llena de universos estadísticos y curvas de supervivencia, con los ojos empañados y el cuerpo postrado ante las matemáticas ".
Anne Boyer