Si alguien se para sobre los los ladrillos de las ruinas. Lo que ha quedado. Tiene mucha posibilidad que en él construya la locura.Lo lime el miedo a no ser, a no poder construir de nuevo.
Pero es en esa esencialidad que alguien encuentra una salida. Ya ha visto otros soles apagarse y mudarse. Y cree que esa crisis le viene a decir "ahora es el momento", no diste suficiente, hay que reparar el tejado completo, reconstruir el edificio como se reconstruye una vida, piedra a piedra.Ligar más que borrar, armar y unir más que disolver.
Si hemos puesto el peso en cuerpos que se nos abren en el recuerdo como flores brillantes. Y pensamos que la desolación es tersa y bella dejame decirte que la luna alumbra y ya hace rato que colapsaron imperios. Es hora de creer y crecer.
Como una nube blanca, espesa que un buen día se vuelve lluvia y es benéfica y germinadora.
Que de toda caída hay cura, de todo desastre la integración. Porque si todo fuera bueno, magnífico y cierto nada nos sorprendería. Es en el caos- demolición que reconstituimos tejidos vitales y generamos células nuevas.
Siempre se puede renacer, re-encontrarse y sobre todo Amarse.Lo terrible es algo que no puede fragmentarnos a menos que nuestra fortaleza sea sólo aérea y efímera.
Let it be. Deja que sea. Que suceda. Besa el miedo en la frente.
Mónica Pedraza