" Compartíamos entonces grandes y vagas esperanzas. La idea de un cambio del mundo se mezclaba con la espera de una vida aventurera.
Yo no despreciaré jamás aquella época, ni me asociaré a los que se ríen de ella. Junto con muchas cosas graves o sensibles que aprendimos a conocer, ignorábamos entonces el miedo, los celos, la cobardía. No creíamos en un Dios ni en un diablo, que no tuviera avatares ridículamente burgueses. Éramos sumamente audaces y tiernos "
Olivier Rolin, fragmento de " Port Sudan".